6 de octubre de 2011

ENTREVISTA A UNA TRADUCTORA

La profesora Sandra Benites nos concedió una entrevista que deseamos compartir con todos ustedes, los interesados en la carrera de traducción. Como traductora, la profesora Sandra nos comenta sobre las ventajas, desventajas y dificultades de la carrera, además de ofrecer valiosos consejos que haríamos bien en escuchar.

Entrevista a la profesora del programa de Traducción del ISTP “Euroidiomas”, Sandra Benites

¿Por qué eligió la carrera de traducción?

Al comienzo no estaba muy segura de lo que realmente quería estudiar. Pero sí me interesaba bastante el inglés, de hecho, también la Educación. Tuve la oportunidad de conversar con una amiga que se dedicaba a la traducción, y puedo decir que ella influyó en mí para arriesgarme, y digo arriesgarme porque no conocía muy bien la carrera.

¿Cuántos años lleva traduciendo?

Traduciendo como profesional, en realidad no son muchos años. Yo me gradué en el año 2005. Sin embargo, empecé las prácticas en traducción un año antes de terminar la carrera.

¿Ha tenido oportunidad de trabajar como traductor en otro país?

No como traductor, pero en algún momento sí como intérprete voluntario en los Estados Unidos. Tuve la oportunidad de apoyar en un evento sobre autismo.

Para usted, ¿cuáles son las ventajas de la carrera de traducción?

Todas las carreras tienen ventajas. Creo que se pueden hacer muchas cosas si a uno realmente le gusta la carrera. Yo considero que a diferencia de otras carreras, la traducción te abre muchas puertas. Asimismo, tanto el traductor como el intérprete pueden especializarse en un sinfín de ramas; creo que eso es una gran ventaja. Una segunda ventaja puede ser que te permite relacionarte con mucha gente lo que es interesante e importante ya que aprendes muchísimo de estas interacciones. El ser el puente entre dos personas, dos culturas, dos mundos nos trae una satisfacción personal y profesional, y creo, que esto es una de las mejores ventajas.

¿Para usted cuál sería una desventaja de la carrera de traducción?

Una de las mayores desventajas para alguien que quiere emprender esta carrera, en este país, es el hecho de que la carrera misma no sea muy conocida, que no se divulgue de la forma más apropiada, que no sea reconocida. Y eso hace que muchos empleadores consideren que la traducción o la interpretación no son carreras en sí, sino que solamente se queda en la mera habilidad de hablar inglés u otro idioma. No somos todavía reconocidos como debería ser. Incluso el Colegio de Traductores tiene poco tiempo. Yo podría decir que su tarea de divulgar la carrera recién está empezando. Pero al fin y al cabo esto se puede contrarrestar con uno mismo. El traductor debe trabajar de una manera ética, haciendo respetar su profesión.

¿Cuáles son las consideraciones que debe tener un traductor en su trabajo?

Todo empieza cuando un traductor acepta algún encargo. La primera consideración que debe tener es preguntarse si realmente es capaz de traducir ese texto, si puede manejar el tema y cuenta con las herramientas para poder enfrentarlo; ese es el primer punto que debe considerar. En segundo lugar, debería considerar el tiempo o el plazo que el cliente propone en principio, y si el traductor considera que no va a tener el tiempo necesario para poder cumplir con ese encargo propuesto por el cliente, debería ver la forma de extender ese plazo, sustentando válidamente que traducir un texto requiere de tiempo para analizarlo, traducirlo y revisarlo debidamente. Muchas veces sucede que el traductor, con el fin de no perder al cliente, le dice que sí, y finalmente se va a ver traduciendo un texto sin hacer las debidas consultas, la debida investigación, y ello traerá como resultado una traducción mal hecha. El traductor debe explicar al cliente, enseñarle que va a necesitar un poco más de tiempo para poder hacer una buena traducción, o simplemente decir que no puede hacerlo. Considero también que el traductor debe tomar en cuenta con quién va a trabajar. Un traductor que trabaja solo va a cometer errores, porque todos somos humanos y no hay traductor que no cometa errores, pero ello sí dependerá de su equipo de trabajo, o de aquella persona en quien pueda confiar para que revise su traducción. El proceso de revisión es sumamente importante, sino la más importante, en una traducción y eso demanda tiempo. En último lugar, pero no menos importante, el traductor debe considerar siempre la puntualidad, la honestidad con sus colegas, con el cliente, y tener siempre en mente sus principios éticos.

En lo referente a la traducción. ¿Qué ha sido lo más difícil que se le ha presentado?

Creo que en la mayoría de veces, si un texto representa dificultad es por su terminología, porque aunque cuentes con expertos que te puedan asesorar, muchas veces te tratan de dar una explicación y no son capaces de responder de forma precisa la pregunta que el traductor normalmente hace. En general la terminología siempre va a representar una gran dificultad, sobre todo cuando uno recién empieza y no se ha especializado en ningún área. Por ejemplo, mi mayor reto fue traducir unos textos de índole minero. El poder hacer ese tipo de traducciones y conocer incluso la jerga, “jargón” que pueden utilizar los ingenieros mineros en el Perú no se igualan a las palabras que puedan utilizar ingenieros mineros en la Argentina o en otro país.

¿Qué consejos daría a los traductores jóvenes?

A los traductores más jóvenes, o a los que recién están empezando a traducir, les aconsejaría que siempre sean honestos consigo mismos, que nunca den por sentado su texto, que sean perfeccionistas, que siempre estén buscando el detalle, que nunca crean que si ya tradujeron, ya revisaron, ya está perfecto el texto, y no hay nada más que hacer. Por el contrario, una traducción nunca termina de ser revisada, y no debe ser revisada solo por el propio traductor, sino también por otra persona y si es posible por una tercera persona. Considero que los traductores jóvenes deben investigar. En mi experiencia como docente, veo que no le dan esa importancia al caso, no investigan; leen algunos textos y creen que con eso ya fue suficiente y no es así. Siempre tengan en mente que nosotros los traductores no traducimos sólo lenguas, en el sentido que no hacemos un trabajo mecánico, no es automático. No se puede agarrar el diccionario y buscar palabra por palabra, y ya está. Lo que tengo que hacer es pensar, reflexionar, entender qué es lo que está diciendo el texto original, para recién poder hacer esa reformulación, entonces traducimos textos. Cada texto es distinto, ni siquiera un glosario nos puede servir para dos textos del mismo tema. Tenemos que pensar y analizar el texto, creo que es una de las mayores dificultades cuando recién empezamos a traducir. Creo que malentendemos la traducción y pensamos que es automática: lo busco en el diccionario y agarro la primera opción que me da el diccionario. O si no busco en estas herramientas de Internet, como Proz, que ni siquiera es una herramienta tan fiable, ya que al fin y al cabo son otros traductores de distintas partes del mundo que agregan sus equivalencias, tal vez solo válidas en sus países. Entonces tenemos que empezar a pensar en el sentido, en la función del autor y en la persona que recibirá nuestra traducción, más allá de traducirlo de forma automática.

Gracias profesora Sandra Benites por brindarnos su tiempo y consejos, así como información de primera mano sobre la carrera.