27 de septiembre de 2010

¡Defendiendo lo nuestro!




Cuántas veces hemos escuchado o nos han preguntado:
A: ¿Qué estudias?
B: Traducción
A: ¡Ah! Idiomas…

La gran mayoría de personas cree que la carrera de Traducción no es más que una sustitución involuntaria de los idiomas y que cualquiera que sepa un idioma extranjero puede traducir. Lo que pocos saben es que el hecho de saber un idioma extranjero no garantiza que la traducción sea 100% lógica. En pocas palabras, la traducción requiere CAPACIDAD para hacer un análisis correcto del significado de la lengua de destino y CONOCIMIENTO del tema a traducir y de la lengua, origen y meta, incluyendo las normas lingüísticas y las reglas de ortografía.  

No es fácil encontrar el equilibrio adecuado entre transmitir el sentido y la belleza del texto original e incluso hacer que la conversión al idioma de destino sea más eficiente y útil. Poseer un conocimiento superior del tema a traducir es sólo parte del proceso de traducción. Por lo tanto, sólo un traductor talentoso y competente puede lograrlo.

Un buen traductor tiene algo más que conocimiento; tiene TALENTO. Sabe crear el contacto entre la lengua de origen y la lengua de destino, hace mejor uso de los matices del texto origen y mantiene las ideas y valores culturales. Así, la lectura tendrá el mismo efecto en el lector, sea cual sea la versión que lea.

Con todo lo anteriormente mencionado, se puede deducir que un Traductor bueno, experto y talentoso no se forma de la noche a la mañana. Se requiere una gran inversión de tiempo y dedicación tanto en el idioma de origen como en el de destino.

En conclusión, sólo la práctica constante lo llevará a desarrollar las habilidades que lo convertirán en un BUEN TRADUCTOR y no sólo en un conocedor de idiomas.

                                                                                                                                        Nabila Zapata.



No hay comentarios:

Publicar un comentario